Aquí tienes una serie de observaciones que confío puedan ayudarte a entender y así poder salir de tu frustración. Está basado en mi experiencia como headhunter y coach de carrera profesional de los últimos 6 meses.
Tu descontento es lamentablemente algo generalizado, y observo que la razón principal es la sensación de estancamiento en responsabilidades, retos y funciones, sumado a una falta de comunicación bidireccional entre empleado y empresa.
Esto provoca una frustrada gestión de expectativas. Tras esta situación observo sobre todo falta de visión global, donde el empleado ve su caso de manera individual, carente de visión de conjunto. Te interesará saber que una buena visión global es una habilidad que se requiere en todo puesto de responsabilidad.
Otra observación es que la frustración proyectada en el puesto de trabajo suele enmascarar una errónea comprensión de lo que significa la relación laboral. La naturaleza de esta es de conveniencia, donde tiene lugar una transacción y es importante que tengas claro qué entregas y a cambio de qué.
Me encuentro con muchas relaciones profesionales emocionales, donde hay puestas de manera inconsciente expectativas que obedecen más a otro campo de la vida, y que enmascaran muchas veces frustraciones y vacíos no profesionales.
¿Tienes claro que entregas y recibes a cambio en tu empresa?
En mi experiencia es una pregunta difícil de responder donde suelo encontrar una parte ciega, pero que tras un buen trabajo de consciencia y de orden tiene unos frutos muy satisfactorios.
También he notado que la mayoría de los mandos intermedios, incluso los muy cercanos al comité de dirección, tienen la creencia, la esperanza y la exigencia, de que sus responsables sean profesionales ejemplares, sobre todo en el plano ético.
Detrás de esta ilusión que denota falta de madurez hay una realidad distinta y es que estos directivos son personas, con virtudes, pero también defectos y muchas de ellos están lejos de ser líderes inspiracionales.
Por último, te diré como headhunter que no tener una motivación clara para el cambio, o mostrarte demasiado reactivo a una situación, no te sitúa como buen candidato y puede ser un motivo por el cual no avances en los procesos.
Por no hablar del flaco favor que hace en tu marca personal, que es un concepto en la práctica poco extendido, por lo que beneficia exponencialmente a los que lo trabajan. Por tanto antes de hacer una entrevista laboral asegúrate de entender bien en qué momento estás y qué quieres, asegurándote que sea posible.
Con el deseo de que te inspire y pueda cambiar en algo tu situación. El trabajo nos debe llevar a una mejor versión de nosotros, no lo contrario.