Los procesos de selección se alargan, lo que antes se cerraba en 2 meses ahora se hace en 4. No hay candidatos dispuestos a cambiarse para hacer lo mismo en otro lado, como quieren las empresas.
La tolerancia al liderazgo por control está desapareciendo. La motivación en los puestos de trabajo cae a marchas forzadas. Son ya mayoría los profesionales desmotivados en las empresas, cautivos de su miedo y su salario.
Cada vez hay más candidatos dubitativos, que se caen de los procesos de selección.
Cada vez hay más candidatos que llegan enfadados a los procesos de selección completamente desmotivados, sin saber cómo gestionar su marca personal y perjudicándola sin querer.
Y lo más sorprendente, ¡todo esto ocurre en un mercado con más demanda de candidatos que ofertas de empleo!
Se pide un cambio a gritos, los candidatos exigen un trabajo que les motive con unas condiciones que también lo hagan y ya no están dispuestos a sacrificar su vida personal. Y las empresas necesitan personas que logren sus objetivos.
¡Estamos en un momento clave! El hartazgo es palpable, por ambas partes, y no faltan razones, ahora gestionarlo con éxito depende de ti, empresa y candidato.
Puedes quedarte en la desmotivación, el miedo y la queja de la víctima o aprovechar la situación en tu beneficio haciéndote responsable de lograr tu objetivo, ya que es un gran momento.
Viviendo desde la pasión, cuestionándote lo establecido hasta ahora que no funciona y creciendo y dando lo mejor de ti con valentía y astucia, con independencia de ser parte de la empresa o de los candidatos.
Exige, pero da algo a cambio. ¿Te doy una razón que nunca cambiará?
El mundo profesional se basa en relaciones de confianza. Y la confianza se conquista con la actitud en el tiempo.
¿Y qué cómo lo hago, María? Escúchate y escucha. Trabaja tu marca personal. Hazlo prioritario, invierte tiempo y recursos, y hazlo ya.
